Historia y Analisis del Graffiti


Aquí se explica brevemente la historia del Graffiti, así como también se lo relaciona con teorías de autores que dedicaron sus vidas al estudio de la expresión y la palabra, con ejemplos, análisis y conclusiones de los mismos.

Los graffiti son inscripciones o signos anónimos dibujados o pintados en paredes de edificios, muros o vagones de subte o de tren y demás lugares donde se presten para la expresión de un artista de este tipo, que originalmente tuvieron el propósito de dejar sentada la presencia del autor en determinado lugar.
Después el objetivo se fue ampliando y hoy en día se usan para expresar diversas cosas, tales como ideas políticas, quejas, chistes, mensajes de amor, y muchas más.
A fines de la década del 60, comienzan a desarrollarse los graffiti en el subterráneo de Nueva York. Eran realizados por jóvenes denominados “writers” (escritores) procedentes de etnias y ambientes sociales marginales, representando una subcultura de la calle, espontánea y underground, conectada con la música popular, es una expresión espontánea y libre.
Los graffiti y sus autores se hicieron muy populares y algunos hasta llegaron a convertirse en artistas, como Michel Basquiat o Kenny Scharf, quienes realizan en sus obras una mezcla de signos e imágenes tomadas de la cultura de la calle con otras procedentes de la historia del arte o de la cultura.
Historia del graffiti
El significado de la palabra graffiti es impreciso y ha sido utilizado académicamente para designar ciertas manifestaciones de la vida cotidiana romana. Las inscripciones encontradas en algunos muros pompeyanos datados en el siglo II d.C. han sido calificadas como graffiti por arqueólogos e historiadores.
La acepción del término graffiti se debe a los primeros investigadores que estuvieron en la escena, cuando en las paredes de los barrios marginales y el metro de Nueva York aparecieron inmensas pinturas hechas con aerosol. Autores como Craig Castleman, Sarah Giller, Jane Gadsby y Henry Chalfant fueron testigos de la aparición del fenómeno artístico y lo registraron mediante trabajo de campo desde su inicio (finales de la década de los sesenta) hasta mediados de los noventa.
Dicho término procede del italiano graffiare, que significa garabatear, éste es empleado generalmente para describir diferentes tipos de escritura mural. El concepto se ha utilizado para designar toda inscripción o rotulación en la pared o en cualquier superficie, pero entre los primeros trabajos se diferencian el graffiti textual (europeo) del graffiti americano. Jesús de Diego le da forma al concepto del graffiti actual, al acuñarlo desde su contexto histórico y analizar su desarrollo como actividad, sin dejar nunca de contemplar los elementos que lo constituyen.

Recursos expresivos del graffiti: diversidad e integración

La naturaleza dual del graffiti, vinculada a la escritura y al mismo tiempo a la pintura, es la clave de su riqueza expresiva. A las significaciones del mensaje verbal se suman el funcionamiento simbólico de la letra y los agregados icónicos y la carga semiótica del material gráfico no verbal, el color y la forma.
La naturaleza icónica o simbólica de los signos, se refiere a las categorías definidas por Peirce, quien propone una clasificación de los signos de acuerdo a la relación con el objeto en índice, ícono y símbolo. Un índice apunta a algo presente en su cercanía inmediata. Es un signo que está conectado físicamente con su objeto en una relación de contigüidad. Un ejemplo son las expresiones faciales, como fruncir el ceño.
El signo icónico presenta en alguna medida una réplica visual, auditiva o de otra variedad perceptual, por ejemplo los dibujos, diagramas, planos, también es icónica la señal de tránsito que advierte que hay una escuela.
El signo simbólico no tiene vínculo natural con el objeto representado, la conexión se establece sólo en virtud de convenciones que resultan de un hábito colectivo. Por ejemplo la relación del color verde con la esperanza o del rojo con el comunismo.
Todo procedimiento semiótico posee una capacidad específica para producir significaciones.

Relación entre los textos de la cursada y los graffiti.

Tomando en cuenta el texto de Peirce, podemos decir que el graffiti es un signo, ya que tiene un objeto que representar, que sería en el caso de las bandas de música, su aceptación en las calles.
Con respecto a la primera tricotomía de los signos, se identificaría al graffiti con la primera división, ya que el signo en sí mismo puede ser una simple cualidad, un existente real o una ley general.
Con respecto a la segunda tricotomía de los signos, el graffiti sería tanto un índice, porque perdería el carácter de signo si su objeto fuera suprimido; como un símbolo ya que perdería el carácter de signo si no hubiera interpretante.
Relacionándolo con Sempere, el graffiti se ubica en la segunda era que él propone, la alfabética, ya que en ella se dio la invención del alfabeto fonético y la de la imprenta de tipos móviles. Se da una traslación de la cultura oral a una forma escrita, alfabética, primer efecto de abstracción del pensamiento.
La comunicación se convirtió en impersonal y abstracta. Se dio la codificación visual del habla que supuso la escritura. Se pueden encontrar similitudes con la era electrónica, ya que el graffiti es una forma más actual de la escritura, por los elementos que se usan hoy en día para lograr los mismos. En lo que respecta a la era pre-alfabética no encontramos ninguna relación con el graffiti ya que aquí el único medio para la transmisión de mensajes es la palabra. Por el contrario el graffiti, en su esencia, transmite mensajes a través de la palabra, los colores y formas variadas.
Con respecto a lo que plantea Lasswell, las respuestas a sus preguntas serían:
  • ¿Quién? El comunicador, que en este caso generalmente es anónimo.
  • ¿Dice qué? El mensaje que quieren dar por medio del graffiti.
  • ¿En qué canal? Las paredes de las casas y comercios de la ciudad.
  • ¿A quién? A la gente que transita por las calles elegidas para la realización del graffiti.
  • ¿Con qué efecto? Puede ser o para llamar la atención, o para dejar un mensaje, ya sea afectuoso, en contra de algo o alguien, publicitario, etc.
En el producto comunicacional del graffiti podemos encontrar la noción de los autores Marc y Picard, específicamente en los modelos lingüísticos ya que encontramos un emisor (“locutor”) que envía un mensaje a un destinatario (“alocutario”), que puede ser un lector intencional u ocasional.
Hace referencia a un código por lo general común pero, por sobre todas las cosas, impera la intención comunicativa como rasgo esencial del graffiti.
Se habla de un canal físico (la pared) y por lo general, además de observarse una clara conexión psicológica entre emisor y receptor, se hace alusión a un contexto que está marcado, tanto por condiciones culturales como por las sociales.
Tomando como punto de análisis el Modelo de Jackobson, en el análisis de los graffitis, podemos encontrar las siguientes funciones:
  • Función expresiva: Aunque no siempre se nombra al emisor de manera explícita (ya que a veces es anónimo), la actitud del sujeto respecto a lo que dice se corresponde con la intención del destinatario,(ya sea ocasional o intencional) y siempre hay subjetividad por parte de algunas de las instancias comunicativas
  • Función apelativa: Se da algunas veces
  • Poética: El graffiti es una manera personal y única de expresarse que utilizan algunas personas o grupos de personas, y lo importante en su estructura es la manera o estilo en la que este se escribe, propiciando el juego de palabras, colores y formas
Siguiendo con los modelos de comunicación, podemos tomar Los modelos Psicológicos, ya que hace referencia a tres elementos que están fuertemente ligados con la actividad del graffiti.
En primer lugar, analizando la personalidad de los participantes, debemos tomar en cuenta que, generalmente, se hace referencia a factores como la edad, el sexo o el grupo de pertenencia. En cuanto a la situación comunicacional, se dice que los graffiti son utilizados para marcar territorios o para difundir mensajes a sectores específicos unidos por un mismo ideal u opinión en común, en un contexto, o marco situacional determinado y bien diferenciado de otros marcos.
Por ultimo, teniendo en cuenta el concepto de significaciones, es importante recalcar que este aspecto estará condicionado por el espacio físico donde tenga su aparición el graffiti, dando lugar a la creación de códigos sociales más o menos compartidos por una colectividad con ideologías que les son propias, y que se distinguen de otras colectividades. Por lo tanto, habrá tantas subjetividades, significaciones y códigos como colectividades y espacios físicos donde aparezcan los graffiti.
Finalizando con los modelos de comunicación, tomando los modelos Interlocutivos de Jacques, podemos señalar la presencia o ausencia de algunos conceptos involucrados en estos modelos.
Por un lado, se habla de un locutor y un alocutario, pero no se puede afirmar que haya una relación recíproca entre ellos, dado que el graffiti muchas veces, no permite un feedback que compruebe dicha reciprocidad, más aún cuando el locutor no sabe bien quien o quienes serán los alocutarios (ya que no están bien definidos) y no sabiendo cuáles pueden llegar a ser las reacciones de aquellos al leer su mensaje.
En cuanto al “contrato tácito” que se da entre las partes, puede decirse que a veces se da, y otras no, ya que tranquilamente, un locutor, en estos casos, puede existir sin el alocutario.
Siguiendo el análisis podemos observar que el “principio de influencia” en estos casos se da pero bajo una forma distinta. Se había hablado anteriormente de una delimitación de territorios, lo cual puede ser tomado como una forma de influir e intimidar al otro pero que no es visto directamente.
Como ejemplo de lo dicho anteriormente contamos con esta imagen, obtenida en el barrio de Belgrano donde la presencia del Club Atlético Excursionistas es notoriamente marcada, debido a la ubicación del estadio en dicha zona, mientras que debajo se encuentra el apodo o abreviación del nombre de otro equipo aledaño a la zona, como es Colegiales. Es muy común, encontrar en los distintos barrios de Capital Federal y Gran Buenos Aires este tipo de inscripciones, ya que en cada barrio se encuentran distintos clubes a los cuales sus fanáticos les rinden tributo de esta forma tan particular.
Tomando el texto Barthes, en el cual asegura que “lo que permite al lenguaje dividirse es la posibilidad de decir lo mismo de varias maneras, pero en cuanto a la guerra de lenguaje se produce cuando la sociedad transforma la diferencia en conflicto”, podemos ver que hay una relación con el graffiti. Esta relación se basa en las características que presenta dicha forma de expresión: es un lenguaje que se elabora, se arma, que presenta regionalismos y por lo tanto plantea diferencias tanto en lo que expresan como en la forma.
Para finalizar este análisis tomamos las nociones extraídas del texto “Medios, comunicación y cultura” del autor James Lull a partir del cual podemos decir que al mencionar el concepto de “desterritorialización”, los graffiti realizan un proceso contrario respecto de esta noción. Se refiere a la pérdida de la relación “natural” entre cultura y territorio geográfico y social observándose que en cambio el graffiti, como producto cultural, es la unión de estructuras, relaciones, escenarios y relaciones culturales.
El graffiti en sí promueve una demarcación territorial basada en la cultura, la historia del lugar en el que se circunscribe, oponiéndose totalmente a la noción de desterritorialización.
En cuanto al concepto de transnacionalización puede decirse que no es un proceso que se de del todo en el graffiti argentino, ya que se encuentran algunos ejemplos, pero son la minoría, uno de ellos puede observarse en la imagen a continuación.
En esta imagen se observa una inscripción que hace referencia a la noción de transnacionalización (ya que “Snoop Dog” es un cantante de Hip Hop de procedencia norteamericana).
Podemos observar la presencia de graffiti en la Capital Federal que se refieren a elementos culturales externos, que se han hecho conocidos gracias a los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías que han aparecido con el pasar de los años. Sin embargo en nuestro país hay una mayor cantidad de graffiti que hacen alusión a bandas de rock locales, equipos de fútbol, bandas de rock barriales, mensajes personales o frases políticas y sociales de importancia en un momento histórico determinado que ha sido significativo para la comunidad en la que se inscriben dichos mensajes.
Aquí se puede observar la presencia de bandas barriales: Mamporro (arriba) por un lado, y Vagos Romeos (abajo) por el otro.
A diferencia de las imágenes anteriores, podemos notar aquí inscripciones tanto de bandas barriales como de bandas conocidas como por ejemplo Cielo final (barrial) y Catupecu Machu (conocida).
Finalmente en esta última imagen podemos leer una frase ya conocida por todos los que circulamos por Buenos Aires: SIDA x amor usa preservativo. Aquí se intenta dar un mensaje muy positivo para mucha gente que a veces no lo tiene presente, o no fue educada con respecto a este tema y de esa manera comete graves errores sin saberlo, por eso aquí también queda demostrado que los graffiti no siempre tienen que ser agresivos o de marcación de territorio en contra otra banda, sino que también sirven para comunicar cosa que realmente ayudan a otra gente de una manera u otra.
Mientras que debajo de esto vuelve a aparecer el tema del fútbol, en este caso otro apodo de un equipo, esta vez de primera división, el Club Atlético Independiente de Avellaneda, acompañado por el nombre de la persona que lo escribió, usando estrategias expresivas al cambiar partes de su nombre por otros símbolos que igualmente permiten su lectura.
Conclusiones
Por medio de este trabajo notamos que la realización de un graffiti no es sólo una violación de la ley ni contaminación del espacio público y privado de los ciudadanos de la ciudad, sino que representa un medio de comunicación auténtico, creativo, personal y particular.
Y en estas épocas, todos los ciudadanos estamos acostumbrados a verlos en las paredes prácticamente de cada cuadra, por lo que no nos resultan agresivos a la vista, pero en nuestro país, tuvieron su auge en la época de las dictaduras militares, teniendo connotaciones de censura y prohibición mucho más fuertes. Hoy en día, en cambio, tienen total aceptación, y son mayormente utilizados para difundir opiniones, sentimientos o los nombres de los ídolos de sectores particulares (como por ejemplo bandas de música, equipos de fútbol, o líderes políticos).
También podemos decir que si bien el graffiti conforma una manera exclusiva de comunicación que es única y prácticamente irrepetible, se observa una brecha en la que se entrecruza con la comunicación de masas (transculturalización), las cuales permitieron acercar elementos mediados y no mediados, lo culto y lo popular, lo personal y lo masivo, lo público y lo privado, lo de “aquí” y lo de “allá”.

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